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Palabra Creadora

INTRODUCCIÓN EVANG. SAN JUAN (II)

INTRODUCCIÓN EVANG. SAN JUAN (II)

FUENTES Y UNIDAD  DEL EVANGELIO DE SAN JUAN

Según algunos comentaristas,  el evangelista habría utilizado una o varias fuentes,  que Bultmann  distingue así: 

1. Una “fuente de los signos” cuyo contenido serían los milagros relatados en el cuarto evangelio.

2. Una colección de los “dichos” atribuidos a Jesús.

3. Un relato de la pasión y la resurrección de Cristo.

Un último redactor habría añadido un cierto número de retoques a la obra del evangelista.  De esta reconstrucción de Bultmann, sólo la hipótesis de una “fuente de los signos” ha tenido un cierto éxito,  muy relativo por lo demás,  ya que para algunos (Fortna) no se podría hablar ya de una “fuente de signos” sino de un evangelio completo que incluía también la predicación del Bautista y los relatos de la pasión y la resurrección.  

En razón de la relativa unidad de estilo del conjunto del evangelio, otros autores prefieren hablar de un evangelio jóanico primitivo, mucho más simple que el evangelio actual, que habría sido ampliado y desarrollado, probablemente en varias etapas, durante la segunda mitad del siglo primero.  La presencia de abundantes duplicados en el evangelio de Juan muestra la complejidad del problema.  Algunos temas han debido de desarrollarse de diferentes maneras en los medios joánicos, antes de ser incorporados al evangelio actual.  Sea cual sea el modo de aproximación al problema, los comentaristas se esfuerzan por reconstruir un “escrito fundamental” reutilizado por el evangelista.  Es posible que también Lucas conociera este “escrito fundamental”, lo que explicaría el parentesco, notado desde hace tiempo, entre tradiciones “joánicas” y “lucanas” (Evangelio y Hechos), especialmente en lo que respecta a los relatos de la pasión y la resurrección.

Sin embargo, la mayoría de los comentaristas modernos estiman que el autor del cuarto evangelio, sea quien sea, habría utilizado un documento más antiguo, de origen palestino y que, según algunos, habría sido escrito en arameo.

 

Fuente:  Biblia de Jerusalén

 

 

 

INTRODUCCIÓN EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN

INTRODUCCIÓN EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN

Un evangelio.   La primera conclusión del evangelio joánico, 20, 31, define a éste y  lo sitúa literariamente.  Es también un “EVANGELIO”, al igual que la más antigua predicación de la Iglesia: una proclamación de la mesianidad y divina filiación de Jesús, partiendo de los “signos”, para desarrollar la fe en Cristo y obtener así la vida.

El evangelio de Juan se presenta como los evangelios sinópticos.  Comienza mostrando el testimonio del Bautista sobre Jesús, refiere a continuación un cierto número de episodios relativos a la vida de Jesús,  muchos de los cuales coinciden con los de la tradición sinóptica; y termina con los relatos de la pasión y la resurrección.  Se distingue, sin embargo, de los otros evangelios por numerosos rasgos: milagros que aquéllos ignoran como el del agua convertida en vino en Caná o el de la resurrección de Lázaro, largos discursos, como el que sigue a la multiplicación de los panes,  cristología mucho más desarrollada, insistiendo especialmente en la divinidad de Cristo.

Estructura del libro. Se han propuesto muchas maneras de dividir el evangelio, todas las cuales contienen una parte de verdad, pero pecan a menudo por exceso de sistematización. Lo mejor es dejarse guiar por las indicaciones más claras dadas por el mismo evangelista.  Por una parte, está claro que insiste en la importancia de las fiestas litúrgicas judías, como jalones de su relato:  tres Pascuas, Cap 2, 13; 6, 4; 11, 55,  una fiesta no precisada Cap 5, 1,  una fiesta de las Tiendas  Cap 7, 2,  una fiesta de la Dedicación, Cap 10, 22.  

Por otra parte,  en diversas ocasiones, consigna cuidadosamente el orden de los días para dividir la vida de Cristo en períodos determinados.  Por ejemplo:  la primera semana del ministerio de Cristo, Cap 1, 19 al 2, 11,   la semana de la fiesta de las Tiendas, Cap 7, 2. 14. 37,   la semana de la Pasión, Cap 12, 1.12; 19, 31.42,   comprendida entre la sepultura simbólica, 12, 7,  y su realización, 19, 38ss; nótese asimismo la evocación de la primera Pascua, en 4, 45,  que forma una inclusión con el capítulo 2, 13-25. 

 

Fuente :  Biblia de Jerusalén

 

INTROD. AL EVANGELIO DE SAN LUCAS

INTROD. AL EVANGELIO DE SAN LUCAS

APARICIÓN DE JESUS EN JERUSALÉN Y ASCENSIÓN A LOS CIELOS (24, 36-53).

Al igual que en Juan, la primera aparición lucana a los discípulos reunidos (24, 36-49) está situada en Jerusalén en el atardecer del día de la resurrección.  Tanto en Lucas como en Juan (20, 19-29) se hallan los rasgos siguientes: Jesús se sitúa en pie, en medio de ellos, y dice: “La paz sea con vosotros”.  Hay una referencia a las heridas de Jesús (manos y pies en Lucas; manos y costado en Juan); la misión encargada por Jesús incluye el perdón de los pecados y el papel del Espíritu.  Lucas insiste particularmente en la realidad de la aparición de Jesús, puesto que éste come y afirma que tiene huesos y carne.  Jesús aclara también las Escrituras a sus discípulos, signo de que esto es fundamental para comprender lo que Dios ha hecho con él.  En este caso la revelación consiste en un envío misionero, misión que comienza en Jerusalén y cuyo programa más detallado será expuesto en Hechos 1, 8. Jesús manda a sus discípulos que sean testigos de las cosas que han ocurrido con él en cumplimiento de las Escrituras.  Lucas había prometido al comienzo de su evangelio que su relato sistemático se basaría en lo que los testigos oculares y ministros de la palabra habían transmitido;  claramente, pues, Lucas piensa que los discípulos cumplieron su misión.

La aparición termina con la escena de la ascensión (24, 50-53), cuando Jesús sale para Betania, bendice a sus discípulos y es llevado a los cielos.  Los discípulos retornan con gozo a Jerusalén y al Templo, alabando a Dios.  Esta escena de la ascensión, que tiene lugar el domingo de Pascua por la noche, termina la historia evangélica de Jesús.  El evangelio comenzó en el Templo cuando un ángel descendió de los cielos a Zacarías;  a modo de bloque inclusivo el evangelio concluye en el Templo cuando Jesús asciende al cielo.

 

Fuente:  El evangelio según Sn Lucas,   Raymond Brown

 

 

 

INTROD. AL EVANGELIO DE SAN LUCAS

INTROD. AL EVANGELIO DE SAN LUCAS

EL CAMINO A LA CRUZ, CRUCIFIXIÓN, SEPULTURA (23, 26-56)

 Al elevar el camino a la cruz (23, 26-32) por encima de una mera secuencia de transición tal como se halla en los otros evangelistas,  Lucas construye un episodio que ocupa un lugar clave en la estructuración de la muerte de Jesús.  Inmediatamente antes de que Jesús sea crucificado, el evangelista agrupa los episodios de Simón el Cireneo, el de una gran multitud de gentes que le sigue y el de “las hijas de Jerusalén”; en 23, 47-49, inmediatamente después de que Jesús muera en la cruz, el evangelista vuelve a agrupar los episodios del centurión romano, el de la muchedumbre que se arrepiente y el de las mujeres de Galilea: un tríptico con la crucifixión en el centro y con tres grupos favorables a Jesús en cada lado.  Lucas ha contado ya que cuando nació Jesús algunos judíos lo recibieron favorablemente; ahora insiste en que esto también es verdad cuando Jesús muere, sólo que en este momento ha entrado en el cuadro un gentil.  Imitando el lenguaje del AT, las palabras de Jesús a las lacrimosas hijas de Jerusalén (23, 28-32) representan una continuación del tema del llanto de Jesús cuando proclama que el destino de la ciudad ya está sellado (19, 41-44) a pesar de la presencia de algunos que se compadecen de él.  La especificación “vosotras y vuestros hijos” reconoce que el peso de la futura catástrofe caerá en otra generación.

Sólo en este evangelio habla Jesús en el momento de la crucifixión, algunos manuscritos no tienen las palabras de Jesús en 23, 34ª: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”, pero la extensión del perdón cuadra admirablemente con la perspectiva lucana.  Lucas presenta al triple escarnio de Jesús por obra de los principales, los soldados y uno de los crucificados con él.  La escena, propia sólo de Lucas, con los dos crucificados en 23, 40-43 es una obra maestra de la teología lucana.  La generosidad de Jesús va mucho más allá de lo que pide el criminal, y éste resulta ser el primero que será admitido en el Paraíso.  La frase final de Jesús en la cruz, segura y confiada, “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (23, 46) es totalmente diferente del grito dolorido del Jesús de Marcos al sentirse abandonado.  Todos los signos negativos que acompañan a la crucifixión, incluso el velo del Santuario que se rasga por medio,  están colocados antes de la muerte de Jesús, de modo que los resultados positivos, salvíficos, de su muerte se destacan claramente.

Para ejemplificar esos resultados Lucas relata la reacción de las tres partes a la muerte de Jesús, seguidas por la sepultura (23, 47-56). El centurión romano une su testimonio al de Herodes, Pilato y uno de los malhechores crucificados con Jesús de que éste era un hombre justo y no había hecho nada malo.  Las multitudes expresan su tristeza. Las mujeres que siguen a Jesús están de pie a distancia, mirándolo; ellas serán el lazo de unión con el futuro, pues contemplan también en enterramiento y van a la tumba.  El toque final es decirnos que las mujeres observan el sábado.  Lucas insistió repetidamente en que en el nacimiento de Jesús todo se hizo de acuerdo con la Ley; de un confín a otro de su vida Jesús ha vivido dentro de las fronteras del judaísmo.

 

Fuente:  El evangelio según Sn Lucas,   Raymond Brown

 

 

 

 

INTROD. AL EVANGELIO SEGUN SAN LUCAS

INTROD. AL EVANGELIO SEGUN SAN LUCAS

ÚLTIMA CENA, PASIÓN, MUERTE, SEPULTURA (22, 1-23, 56ª)

Hemos visto que cuando Lucas sigue a Marcos lo hace con una fidelidad substancial, pero el relato de la pasión y muerte es una excepción.  En particular, tanto en la pasión como en la resurrección, Lucas se apoya en tradiciones que han dejado su huella también en Juan.

El primer cambio de orden en Lucas queda ejemplificado por la conspiración contra Jesús (22, 1-6), interrumpida por Marcos para intercalar la unción de Aquél, pero que Lucas mantiene como una unidad.  El evangelista explica que Satanás entro en Judas.  Después de las tentaciones en el desierto el Diablo había abandonado a Jesús hasta un momento más oportuno (Lc 4, 13); ahora vuelve a emprender un ataque directo contra él.  Entre sus adversarios se alinean también, al lado de los sumos sacerdotes, los capitanes o funcionarios (del Templo: 22, 4.52; Hch 4, 1; 5, 24.26).

El evangelista especifica que son Pedro y Juan los que se adelantan para preparar la Última Cena. El ardiente deseo de Jesús de celebrar esa Pascua con sus apóstoles expresa el calor de esa relación, especialmente entonces cuando ha llegado su hora. Las frases de Jesús respecto a que no comerá ni beberá de nuevo “hasta que se cumpla el reino de Dios” o “hasta que llegue el reino de Dios”, realzan el simbolismo escatológico de esta cena, pero son oscuras en su referencia precisa.  La fiesta de la Pascua contenía un motivo de rememoración “Recuerda el día de tu partida de Egipto todos los días de tu vida” Dt. 16, 3,  pero para los cristianos esto se muda en un recuerdo de Jesús. Las frases lucanas que presentan el cuerpo y la sangre de éste entregados o vertidos “por vosotros” insisten en un aspecto soteriológico de la muete de Jesús y de la Eucaristía.

El relato de Lucas tiene tres predicciones más ordenadas que las de Marcos y Mateo, y las  sitúa a las tres en la Última Cena, como hace Juan.  La predicción de la traición de Judas (Lc  22, 21-23) es sustancialmente una reelaboración de Mc. 14, 18-21,  excepto que en este último evangelio precede a las palabras eucarísticas.  La predicción sobre el conjunto de los discípulos/apóstoles (Lc 22, 24-30.  Jesús, como reacción a una disputa de los apóstoles sobre cuál de ellos es el mayor,  los alaba por la fidelidad mostrada en sus pruebas y les promete sendos lugares en la mesa, en el Reino, y tronos desde los que juzgarán a las doce tribus.  Esto es virtualmente lo opuesto a Mc 14, 27: los discípulos se escandalizarán y desperdigarán.  Ciertamente, al contrario de Marcos, Lucas no describe la fuga de los apóstoles cuando Jesús es arrestado.  La predicción de la triple negación de Pedro, Lc 22, 31-34, ha sido modificada en cuanto a que cuando Satanás ponga todo su esfuerzo en cribar a los apóstoles como al trigo, Jesús promete rezar por Simón (Pedro), para que su fe no desfallezca. Cuando se convierta ha de fortalecer a sus hermanos. 

 

 

INTRODUCCIÓN AL EVANG DE SAN LUCAS

INTRODUCCIÓN AL EVANG DE SAN LUCAS

CUESTIONES SOBRE LA IDENTIDAD DE JESÚS.

Una vez se marcharon los Doce,  Lucas nos dice que Herodes ha degollado a Juan Bautista.  El evangelista omite todo el relato de Sn Marcos del banquete de Herodes y la danza de la hija de Herodías,  lo que refleja quizá su poco aprecio por lo sensacionalista.  El tema importante para Lucas es la curiosidad del “tetrarca” (3, 1) sobre Jesús.  La cuestión de la identidad del Nazareno continúa en las escenas siguientes.  Estas comienzan con la vuelta de los Doce y la comida de los 5.000  (9, 10-17),  adaptadas de Marcos 6, 30-44.  Lucas omite la  continuación que figura en Mc. 6, 45-8, 26, lo que se ha denominado la Gran Omisión,  no consignando nada de lo que hay entre la comida de los 5.000 y la de los 4.000.  Probablemente Lucas consideró que estos dos milagros formaban un doblete y decidió relatar sólo uno.  Pero las diferencias con el relato marcano de los 5.000 y la presencia de una variante en Jn 6, 1-15,  pueden significar que Lucas combinó dos relatos en uno en esa multiplicación de los panes que sí relata.

Como Marcos,  Lucas presenta la triple propuesta sobre quién es Jesús y la confesión de Pedro (9, 18-20),  introducida por la típica nota lucana de que el Maestro estaba rezando.  En esta secuencia la afirmación de Pedro “el Cristo de Dios”, es el modo lucano de responder a la pregunta de Herodes “¿Quién es éste?”,  diez versículos antes Jesús saluda esta confesión de Pedro con la primera predicción de la pasión (9, 21-22), pero en Lucas,  al contrario de Marcos y Mateo,  no aparece la incomprensión de Pedro en su reprimenda.  Jesús, por el contrario, continúa impartiendo doctrina sobre la cruz y el juicio (9, 23-27). Si el Hijo del hombre debe sufrir, igual ha de sucederles a sus sucesores si es que esperan participar de su gloria.  En esta serie de dichos sobre el discipulado laxamente unidos entre sí son rasgos lucanos interesantes la exigencia de que la cruz ha de ser llevada “diariamente” y la especificación de que el Hijo del hombre tiene su propia gloria al lado de la del Padre (9, 26).

La transfiguración (9, 28-36) situada en un contexto de Jesús en oración, describe la gloria como ya presente en la vida terrestre de Jesús.  Sin embargo afirma también el aspecto sufriente del Hijo del hombre, pues Jesús habla a Moisés y a Elías de su “éxodo”, es decir, de su partida hacia Dios por su muerte en Jerusalén.  Una voz divina, que identifica a Jesús como Hijo y Elegido (Siervo sufriente), confirma la gloria y el sufrimiento.

En la segunda predicción de la pasión y en la disputa sobre quién es mayor (9, 43b-50),  Lucas suaviza la pintura marcana al explicar que los discípulos no entendían porque las palabras de Jesús estaban para ellos veladas, y al rebajar la confrontación sobre quién de ellos era el mayor. No sólo el más pequeño entre ellos es el mayor,  sino incluso alguien de fuera que use el nombre de Jesús tiene su lugar en el Reino.

Fuente :  Evangelio según Lucas,   R. Brown

INTRODUCCIÓN AL EVANGELIO DE SAN LUCAS

INTRODUCCIÓN AL EVANGELIO DE SAN LUCAS

MINISTERIO DE JESÚS  EN GALILEA (4, 14-9, 50)

Lucas, con su sentido de la geografía teológica, llama la atención sobre la vuelta de Jesús a Galilea (4, 14) y sobre su partida de allí hacia Jerusalén (9, 51).  En el intermedio el evangelista sitúa la mayor parte del relato de la vida pública de Jesús tomado de Marcos,  pero sobre el que impone su propio orden.

Para explicar por qué Jesús de Nazaret pasa la mayor parte de su ministerio en Cafarnaún,  Lucas comienza su historia con el rechazo de Jesús en Nazaret (4, 14-5, 16), lo que tiene lugar considerablemente más tarde en Mc 6, 1-6 y en Mt 13, 54-58.  Además la escena lucana de Nazaret es mucho más amplia que el escueto dato marcano, “En sábado comenzó a enseñar en la sinagoga”,  puesto que Lucas ofrece el contenido de esa enseñanza cuando Jesús comenta un pasaje del profeta Isaías (único testimonio en el evangelio de que Jesús sabía leer).  Lucas utiliza el texto (Is. 61, 1-2), que se refiere a la amnistía de los oprimidos en el año jubilar, para caracterizar a Jesús como un profeta ungido y como programa de lo que el ministerio de éste va a aportar.  Se presume que el autor se referiría de modo especial a los de clases más bajas entre los destinatarios de su evangelio. 

El rechazo de Jesús, el profeta, por sus conciudadanos es un eco de Marcos, pero no hay ninguna sugerencia en Lucas de que entre los que lo rechazaban estuvieran los de su propia familia o sus parientes.  El que Jesús se vuelva a los de fuera queda justificado por los paralelos proféticos. La furia del pueblo contra Jesús, hasta el punto incluso de intentar asesinarlo, va más allá del relato marcano y sirve desde el principio para preparar a los lectores para el destino final de Jesús.

 

 

INTRODUCCIÓN AL EVANG. DE SAN LUCAS

INTRODUCCIÓN AL EVANG. DE SAN LUCAS

EL MAGNIFICAT (1, 46-55) Y OTROS HIMNOS.

Se ha tenido como opinión común de que Lucas añadió a su esquema básico ciertos himnos tomados de una colección de cantos poéticos en griego: el Magnificat,  el Benedictus )1, 67-78, el Gloria in escelsis (2, 13-14) y el Nunc dimittis )2, 28-32).

Todos estos  himnos pueden eliminarse fácilmente de su contexto actual y, en verdad, excepto algún verso o frase ocasional que ha podido ser insertada,  como por ejemplo 1, 48.76,  sus referencias no afectan a la acción descrita por el contexto. Estos cánticos reflejan el estilo de la hímnica judía contemporánea, tal como se ve en 1 M (conservado en griego) y en los salmos de acción de gracias de Qumrán (los Hodayot, en hebreo).  En efecto, cada versículo es un eco del AT, de modo que el conjunto es un mosaico de temas escriturarios reutilizados en una nueva expresión de alabanza.  Así,  estos himnos complementan el motivo de promesa/cumplimiento de los relatos de la infancia. 

Es bueno agregar que el Magníficat está moldeado sobre el himno de Ana,  la madre de Samuel,  en 1S 2, 1-10.  Por lo tanto,  la cristología es indirecta y proclama que Dios ha hecho algo decisivo,  pero sin concretar nada respecto a la vida futura de Jesús,  por lo que se ha sugerido que tales himnos pudieron tener como autores a los cristianos de los primerísimos momentos.  En cierto sentido Lucas permanece fiel al origen de estos cánticos poniéndolos en los labios de los primeros que reciben noticias de Jesús.

El Magnificat pronuncido por María , la primera discípula, es especialmente significativo porque, tras haber oído que su hijo habrá de ser el Hijo de David e Hijo de Dios, convierte este mensaje en buenas nuevas para los humildes y hambrientos y en amenazas para los ricos y poderosos.  Su hijo, luego en el evangelio, hará lo mismo.  La voz celestial dice: "Tú eres mi Hijo muy amado" ( ver Lc 3, 22), y Jesús la convierte en bienaventuranzas para los pobres, hambrientos y tristes,  y en amenzas para los ricos, satisfechos y llenos de gozo 86, 20-26).  Por ello,  el Magnificat ha tenido mucha importancia en la teología de la liberaciòn.

 

INTRODUCCIÓN AL EVANG. SEGUN SAN LUCAS

INTRODUCCIÓN AL EVANG. SEGUN SAN LUCAS

SUMARIO DE LA INFORMACIÓN BÁSICA.

Fecha de composición:  Año 85 d.C.  (más/menos una década)

Autor según la atribución tradicional (Siglo II):  Lucas, médico, colaborador y compañero de viaje de Pablo.  Con menor apoyo: un sirio de Antioquía.

Autor detectable por el contenido:  Un grecoparlante educado y escritor de buena factura que conocía las escrituras judías en su versión griega y que no había sido testigo visual de la vida pública de Jesús.  Utilizó a Marcos y la colección de dichos del Señor (Q), así como otras tradiciones,  orales y escritas que le fueron accesibles.  Probablemente no educado como judío, es quizás un converso al judaísmo antes de hacerse cristiano.  No era palestino.

Posible localidad: Iglesias afectadas directa o indirectamente (por medio de otras) por la misión paulina.  Propuestas serias lo sitúan en zonas de Grecia y Siria.

Unidad e Integridad: Algunos manuscritos griegos occidentales no tienen pasajes significativos que se hallan en otros testigos.

DIVISIÓN

1, 1-4      Prólogo

1, 5-2,52 Introducción : Infancia y niñez de Jesús.

1. Anunciación de la concepción de Juan Bautista y de Jesús.

2.El Magnificat y otros himnos.

3. Relatos sobre el nacimiento, circuncisión y nombres de Juan Bautista y de Jesús.

4. El niño Jesús en el Templo.

3, 1-4,13 Preparación para el ministerio público.

  Predicación de Juan Bautista, bautismo de Jesús, su genealogía, las tentaciones.

4, 14-9,50 Ministerio en Galilea.

1. Rechazo en Nazaret; actividad en Cafarnaún y en el entorno del Mar de Galilea.

2. Reacciones ante Jesús: controversias con los fariseos; elección de los Doce y discurso a la multitud en el llano.

3. Milagros y palabras que ilustran el poder de Jesús y ayudan a revelar su identidad; envío de los Doce.

4. Cuestiones sobre la identidad de Jesús: Herodes, comida de los 5.000, confesión de Pedro, primera y segunda predicción de la pasión, la transfiguración.

9,51-19,27 Viaje a Jerusalén

1. De la primera a la segunda mención de Jerusalén.

2. De la segunda a la tercera mención de Jerusalén.

3. Largo viaje hasta llegar a Jerusalén.

19,28-21,38 Ministerio en Jerusalén.

1. Entrada a Jerusalén y actividad en la zona del Templo.

2. Discurso escatológico.

22,1-23,56 Ultima Cena, pasión, muerte y sepultura.

1. Conspiración contra Jesús, Ultima cena.

2. Oración y prendimiento en el Monte de los Olivos, juicios judío y romano.

3. Camino del Calvario, crucifixión, sepultura.

24, 1-53  Apariciones del Resucitado en la zona de Jerusalén.

1. La tumba vacía.

2. Aparición en el camino de Emaús.

3. Aparición en Jerusalén y ascensión a los cielos.  

 

 

 

 

 

 

 

 

EVANGELIO SEGUN SAN MATEO

EVANGELIO SEGUN SAN MATEO

LA COMUNIDAD EN EL REINO DE DIOS (Mt 16-28)

En nuestra lectura de Mateo nos habíamos propuesto ver,  con la confesión de Pedro en Cesarea,  el comienzo de la segunda parte del evangelio.  Efectivamente, parece que nos encontramos aquí con el nuevo giro. Hasta entonces teníamos a tres grupos: la gente,  de la que se iban destacando poco a poco los discípulos y los adversarios de Jesús.

Con el discurso en parábolas, vimos que las gentes “no comprendían” y que la repulsa de Nazaret era el símbolo del fracaso de Jesús en Galilea.  Las gentes desaparecerán prácticamente hasta la pasión, cuando los adversarios de Jesús logren que se vuelvan contra él.  En adelante, Jesús sólo tiene que enfrentarse con sus adversarios y dedica sobre todo su actividad a la enseñanza de los discípulos.  El grupo de éstos se va afirmando y “comprendiendo”.  En su seno empieza a destacarse Pedro, que en nombre de todos proclama:  “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”.  La comunidad de Jesús, su iglesia, está ya formada.  Por tanto,  en adelante es ella la que confiesa,  pero es también la que lo tienta,  la que lo abandonará durante la pasión y la que terminará adorándolo la mañana de pascua, antes de ser enviada al mundo entero.

Con la inauguración  del reino en el misterio pascual (Mt 24-28) hemos llegado a la última etapa del evangelio.  Recordemos que en la primera parte, Mateo nos mostraba a Jesús proclamando la venida del reino de Dios y preparando su Iglesia.  En la segunda parte,  se interesaba sobre todo por la formación de esta comunidad que tenía que proclamar,  en el mundo a su Señor.  Partiendo de la situación muy concreta de su comunidad de los años 80-90, de sus dificultades para creer,  para perseverar en la espera, de su oposición al judaísmo de Yamnia…,  vuelve a leer los acontecimientos de la vida de Jesús e interpretar los relatos ya muy estructurales que recibe de la tradición.

En esta última parte nos muestra como Jesús,  en su muerte y su resurrección, ha inaugurado ese reino e incluso lo ha establecido definitivamente.  En adelante,  será misión de la iglesia lograr que los frutos de la victoria alcancen a toda la humanidad.

 

INTRODUCCIÓN EVANG. SAN MATEO (VI)

INTRODUCCIÓN EVANG. SAN MATEO (VI)

JESÚS ENVÍA A SUS DISCÍPULOS A PREDICAR Y PARTE ÉL MISMO A PREDICAR EL REINO (MT 10-12.

Jesús acaba de proclamar, con sus palabras y sus hechos el reino de Dios y de mostrar sus exigencias.  De la gente empieza a brotar el grupo de los doce, que rodeaban a Jesús en el montaña y recogían sus enseñanzas en el curso de sus milagros.  Ahora Jesús envía a sus discípulos a predicar ese reino y es Jesús mismo al terminar su discurso, el que parte para misionar.

EL DISCURSO APOSTÓLICO (MT 10).

En el centro del conjunto de tradiciones diversas que Mateo ha sabido organizar armoniosamente,  están los dos versículos sobre la conformidad del discípulo con el maestro.  Esta “relación única que liga al discípulo con el maestro que lo envía es el fundamento del radicalismo del compromiso apostólico y da toda su fuerza a la expresión repetida tres veces: “Por causa de mí (o de mi nombre)” (10, 19.21.39).

El lugar y la extensión de este discurso manifiestan su importancia. Da una visión de conjunto sobre la condiciones de vida en la iglesia y sobre la condiciones del apostolado: la entrega total a la persona de Jesús.  Sus líneas principales son: Misión Universal,  Gratuidad de la misión y Carácter decisivo de la misión.

EL DISCURSO EN PARÁBOLAS (13).

A diferencia de los otros dos sinópticos, Mateo ha situado el discurso en parábolas al final del ministerio galileo,  lo cual le da ya un acento especial: no será para las gentes una enseñanza fácil de entender, por ser en imágenes, sino el último esfuerzo de Jesús para llevarles a la opción, ya que la cosecha, el juicio está cerca.

 Por el contrario, para los discípulos será una catequesis que les permitirá “comprender”.   Es imposible comentar aquí estas parábolas o trazar su género literario,  nos contentaremos con esbozar las líneas generales del pensamiento de Mateo.

Estructura del capítulo.  Son siete parábolas, de las que cuatro son propias de Mateo.  Para un judío, el número siete evoca los días de la semana y de la creación.  “Por tanto, se subraya así discretamente la dimensión espacio-temporal o histórica de la vida humana: las siete parábolas del reino sugieren la revelación, en el tiempo, de la realidad del reino de Dios.  La octava (v. 52) sugiere la plenitud,  el cumplimiento.

En estas parábolas hay dos auditorios: la gente y los discípulos. Radermakers es más sensible al cambio de auditorio de los versículos 1-35: Jesús desde la orilla se dirige a la gente y a los discípulos;  se trata de oír y de comprender;  los versículos 34-35 son una conclusión.  Luego en los versículos 36-50, Jesús en la casa, se dirige a los discípulos para revelarles el reino.  Por su parte,  J. Dupont observó atinadamente que hay aquí dos grupos antitéticos: los discípulos y la gente,  por una parte,  esto es, los “hijos del reino” o sea los justos,  y los “hijos del malo” o sea los malos, por otra parte.  Pues bien,  parece ser que Jesús trata del primer grupo sobre todo en la parábola del sembrador )3-23) y del segundo en las otras parábolas (24-52).

 

 

 

 

INTRODUCCIÓN AL EVANG. SN MATEO (V)

INTRODUCCIÓN AL EVANG. SN MATEO (V)

EL SERMÓN DE LA MONTAÑA. (MT. 5-9)

 Los primeros cristianos distinguían entre el “kerygma” y la “catequesis”.  El kerygma o grito del heraldo que proclama una noticia es el primer anuncio del mensaje.  Una vez que los oyentes se han adherido a él,  la catequesis viene a completar su instrucción.

 Es evidente que el sermón de la montaña no es un kerygma,  sino una especie de catequesis prolongada destinada a los recién convertidos “que han sido alcanzados por el mensaje de Cristo y la predicación de la iglesia, una especie de programa que les presenta lo que tiene que ser su vida en adelante”   Este discurso ha estado precedido por la predicación del reino y la respuesta de los discípulos. 

 EL ANUNCIO DE LA BUENA NUEVA,  la misma que proclamó Jesús después de su bautismo (4, 17),  que ha dado su fruto:  “El mensaje de la buena nueva ha despertado los corazones,  hay algo en el mundo a punto de cambiar en torno a Jesús; por donde él pasa,  los enfermos se levantan, los pecadores descubren el perdón de Dios… en él el reino de Dios se convierte en una realidad concreta, presente”.  Y es característico que este discurso empiece por la BIENAVENTURANZAS, que son un resumen de esta proclamación.

 PRESENCIA DE  UNOS DISCÍPULOS,   que rodean a Jesús.  Esto supone entonces una llamada de los mismos por parte de Jesús y cierta vida en común con él.  La presencia en torno a Jesús de estos hombres, a los que va dirigido en primer lugar el sermón, que han dejado ya todo lo que tenían por seguirle, da un nuevo sentido a esta enseñanza.  No se trata de palabras en el aire o de unos mandamientos impracticables.  Se trata de una experiencia que hay que vivir.  La presencia de los discípulos demuestra que esta experiencia vale la pena de ser intentada por los que aceptan ponerse a seguir a Jesús.

 De este modo esta enseñanza, que sentimos nos llega hasta el corazón mismo de nuestra existencia, no se nos presenta como una ley, sino como una experiencia vivida de la que nos invita a participar.  

  

(J. Guillet.  Jesús ante su vida y su muerte).  

INTRODUCCIÓN AL EVANGELIO DE SN MATEO (IV)

INTRODUCCIÓN AL EVANGELIO DE SN MATEO (IV)

JESÚS PROCLAMA EL REINO DE DIOS Y PREPARA LA IGLESIA (MT 3-16)

“Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: Convertíos, porque el reino de los cielos está cerca” (4, 17).

Así comienza esta primera parte del ministerio de Jesús que se desarrolla por completo en Galilea.  Jesús se dirige a las gentes para anunciarles la llegada del reino.  También hay un pequeño grupo de discípulos, que apenas se distingue aún de los demás.  También se empieza a sentir cómo se desarrolla el drama: las gentes se apartan, los adversarios presionan, y Jesús se consagrará a la formación de sus discípulos, célula de aquella iglesia que tiene que continuar su obra.  La progresión se va palpando  a través de los tres “cuadernos”:

1º. HA LLEGADO EL REINO DE DIOS (5, 9). Jesús lo proclama con sus palabras, el “sermón de la montaña” (5- 7) y por sus milagros (8- 9), signos que después de los profetas, tenían que marcar la llegada del reino.  Las bienaventuranzas lo proclaman, los milagros lo muestran. Pero,  ¿será acogida la buena nueva?  Al final del “viaje triunfal” de Jesús, las gentes están llenas de admiración, pero los fariseos atacan.  El drama se prepara.

2º. JESÚS ENVIA A SUS DISCÍPULOS A PREDICAR Y PARTE PARA PREDICAR EL REINO (10-12. El discurso de la misión (10) va dirigido tanto a los discípulos de la comunidad de Mateo y a nosotros como los doce, para anunciarles los sufrimientos que les esperan si quieren conformarse a su maestro.  Jesús envía a sus discípulos a misionar…,  pero es él el que parte.  Se descubre que el programa de misión que les ha dado era, anticipadamente, lo que él iba a vivir (11-12).

. LA PREDICACIÓN DEL REINO OBLIGA A UNA OPCIÓN (13-16).  La distinción entre la gente y los discípulos se va precisando.  Jesús se dirige a las gentes en parábolas (13), pero sin hacerse ilusiones:  las turbas no pueden “comprender” porque ya,  interiormente, han escogido.  Jesús interpreta las parábolas para los discípulos que empiezan a intervenir en cuanto grupo, y que “comprenden”.

En la sección-relatos (14-16) se observa que ya ha pasado la hora del discernimiento.  “Las muchedumbres siguen todavía con Jesús y se agolpan en su derredor, (pero) no pueden ya comprender su mensaje;  en atención a ellas, Jesús se contentará en adelante con multiplicar los milagros,  ya que todavía concierne su actividad de salvador”.  (X. Leon-Dufour).

Por eso Jesús reserva sus enseñanzas solamente para sus discípulos.  Haciéndoles participar de su actividad, especialmente en sus milagros, los va preparando para su próximo ministerio.

Al final de esta primera parte,  esos discípulos se nos presentan ya como una comunidad sólida en torno a Cristo.  En adelante, el Padre podrá revelar al mundo quién es Jesús por medio de ella.  

INTRODUCCIÓN AL EVANGELIO DE SN MATEO (III)

INTRODUCCIÓN AL EVANGELIO DE SN MATEO (III)

PRÓLOGO DEL EVANGELIO DE MATEO:  EL MISTERIO DE JESÚS

Bajo la simple apariencia de un “relato de infancia”,  es todo un discurso sobre el misterio de Jesús, sobre su personalidad de hombre-Dios (Cap. 1) y sobre su misión de Cristo-Salvador (Cap. 2) el que abre el evangelio de Sn Mateo.

¿Por qué estos relatos de infancia? Lo que interesa ante todo a las comunidades cristianas ¿no es la predicación de Jesús, en palabras y en actos?  En los discursos de los Hechos, en el evangelio de Marcos, todo comienza con la predicación de Juan Bautista.

Pero, a partir de su resurrección, de una forma progresiva, los apóstoles fueron reconociendo a Jesús como Hijo de Dios. ¿Desde cuándo lo era? ¿Solamente desde su bautismo? ¿o desde su nacimiento?  Se iba así profundizando la cuestión de los cristianos sobre la persona de Jesús y su misterio. De esos interrogantes debieron nacer los evangelios de la infancia de Mateo y de Lucas y, por otra parte, las reflexiones de Pablo y de Juan sobre la “imagen de Dios”, reflejo de su sustancia, y sobre la “palabra” eterna del Padre.

Lejos de ser unos relatos folklóricos, estas páginas son ante todo una reflexión teológica.  Lo mismo que en el cine lo genérico de la película permite situar a los actores y,  a veces,  en el procedimiento de “vuelta atrás”, mostrarnos la último imagen de la película o las más importantes, para guiarnos y decirnos adónde vamos, del mismo modo estos “relatos de infancia”, escritos a la luz de la resurrección y de la vida de las comunidades cristianas, nos dicen desde el principio quién es Jesús.  Y es bajo su luz, esto es, bajo la de la resurrección, como hemos de leer todo el evangelio.

En el primer capítulo de Mateo nos presente a Jesús como hombre-Dios.  La genealogía de Cristo, hijo de David,  hijo de Abrahán (1, 1-17), demuestra que este personaje esperado por el pueblo de judío es de nuestra raza.  Pero es algo más, ya que fue concebido por el Espíritu Santo (1, 18-25).  Y el papel de José consistirá en darle un nombre, esto es, en insertarlo en el desarrollo de nuestra historia dándole su ser social.  En el capítulo segundo se pasa a la historia,  en donde los tiempos y los lugares tienen una importancia mayor: se trata de Jesús de Nazaret, conocido como tal, que nació en Belén de Judá,  en tiempos del rey Herodes;  lo adoran unos paganos, los jefes judíos lo rechazan y la sangre corre en Israel;  se perfila ya en el horizonte el drama que acabará en la cruz.

Por debajo de esta estructura aparece otra distinta: una genealogía, verdadera obertura de una sinfonía seguida de cinco episodios, cada uno de los cuales contiene un cita del A. T.  De esta profunda raigambre bíblica brota una savia que alimentará a todo el evangelio. (A. Paul).

Fuente :  Etienne Charpentier “El Señor de la comunidad”.

INTRODUCCIÓN AL EVANGELIO DE SAN MATEO (II)

INTRODUCCIÓN AL EVANGELIO DE SAN MATEO (II)

UTILIZACIÓN DEL A. T. EN EL EVANGELIO DE SAN MATEO.

El rasgo más característico del Evangelio de San Mateo es la utilización tan amplia del Antiguo Testamento.  En 130 pasajes por lo menos, el autor se refiere directamente a la escritura de los que 43 son citas concretas.  Utiliza de ordinario el texto griego de la escritura, que está en la base de su exposición; cuando traduce directamente un texto hebreo,  lo hace generalmente en un pasaje que le es propio: no depende entonces ni del evangelio de Marcos ni de ninguna otra fuente conocida.

Cita la escritura según la forma judía, respetando a veces hasta la letra de los textos.  Las escrituras se consideran como si tuvieran un origen divino inmediato.  Su culto, su lectura asidua, su profunda asimilación, impregnan completamente las comunidades judías;  Jesús y sus discípulos,  lo mismo que las primeras comunidades cristianas, tuvieron esas mismas perspectivas

El autor del evangelio lo sabe muy bien y con razón pide para sí mismo, como para Jesús,  la sumisión a su autoridad de intérprete de las escrituras, a su función de predicador. “A fin de que se cumpla lo que fue dicho por el Señor a través del profeta que dijo…”; esta fórmula se repite hasta once veces a través del evangelio y en cinco ocasiones en los relatos de la infancia solamente.  Los textos citados no pretenden, en primer lugar, probar o explicar los hechos narrados, sino conferirles su carácter sagrado y divino: los designios de Dios se cumplen en la persona y en los hechos de Jesús.  Así,  en continuidad con el propio Jesús, el evangelista inserta el mensaje de la buena nueva en la historia de la salvación;  la autoridad divina de Jesús le permite liberarse de la letra y de la ley y de los profetas, superándola y alcanzando el carácter universal y profundo del cumplimiento mesiánico. 

INTRODUCCIÓN AL EVANGELIO DE SN MATEO

INTRODUCCIÓN AL EVANGELIO DE SN MATEO

Para descubrir el pensamiento de conjunto de Mateo,  lo más sencillo es empezar por el final.  Efectivamente, los últimos versículos de su evangelio constituyen un resumen de lo esencial de su proyecto,  haciéndose descubrir quién es Jesús para él y cuál es la iglesia en la que vive.  Son las últimas palabras de Jesús a sus discípulos.  Pero no son un adiós;  al contrario, el resucitado afirma que está presente en su iglesia hasta el fin del mundo,  porque es el Señor:

Por su parte,  los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.  Y al verle le adoraron;  algunos sin embargo dudaron.  Jesús se acercó a ellos y les habló así: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.  Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,  y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado.  Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”.   Mt. 28, 16-20.

Jesús glorificado convoca a sus discípulos en el monte.  Así es como se nos presenta al principio la iglesia: como reunión de los “convocados” y como un pueblo en marcha.  Tiene que dejar Jerusalén, que era hasta entonces el centro geográfico de la fe,  el lugar de la presencia de Dios,  para ir hacia “la Galilea de los paganos”,  como se decía.  Una iglesia definida ante todo como una “iglesia para el mundo”,  cuya misión es ésa,  como Jesús va a explicar enseguida.

En el Evangelio de Sn Mateo, el monte es un lugar más teológico que geográfico.  Aquí, lo mismo que a través de todo el evangelio, Jesús se presenta como el nuevo Moisés, que da su ley al nuevo pueblo de Dios.  Sin embargo,   Jesús es más que Moisés,  los discípulos se postran ante él,  es decir lo adoran.  Pero,  esta iglesia que adora a su Señor en el culto sigue siendo una iglesia de pecadores.  Algunos de ellos dudaron; ya en el mismo instante en que le confesaba como Mesías,  Hijo de Dios,  Pedro le estaba tentando,  ver Mt 16, 23.

En este evangelio Jesús se revela como el HIJO DEL HOMBRE vislumbrado por Daniel (Dan 7, 14).  Jesús envía a misionar y esa misión  encomendada a una iglesia que ya está muy estructurada,  es universal:  “Haced discípulos a todas las gentes”.  Esta universalidad de la misión no se verá con claridad más que después de la asamblea de Jerusalén hacia el año 50 (Hech 15).  Finalmente,  Jesús promete.  La seguridad de esta pobre comunidad se basa únicamente en la promesa de Jesús. “Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”.  Por lo tanto,  esta iglesia no tiene nada que temer,  aquí reside su seguridad última durante todo el tiempo de su misión,  el tiempo de la iglesia, delimitado por las dos promesas de su Señor:  “A partir de ahora veréis al hijo del hombre... “(Mt 26, 64) y  “yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”.   Mt. 28, 16-20.

 Fuente :  Etienne Charpertier “El Señor de la Comunidad”

 

 

 

 

EVANGELIO DE MARCOS - PARTE VI

EVANGELIO DE MARCOS - PARTE VI

REFLEXIÓN DE LA PASIÓN DE N. S. JESUCRISTO SEGÚN SN. MARCOS

En el Evangelio según San Marcos la pasión de Jesús tiene todo el drama y la tragedia que sugieren la repetitiva traición,  no sólo de Judas, sino también de sus discípulos y de Pedro.  Todo cuanto Jesús ha predicho se cumple minuciosamente.  Cuando la mujer desconocida unge a Cristo,  lo está preparando para su funeral.  Más tarde, la preparación y celebración de la cena pascual es la despedida y el legado de Jesús a sus discípulos en esta última comida compartida.  Es el contraste entre la entrega de Judas y la autoentrega de Jesús para la remisión de los pecados. 

En Marcos,  Jesús sufre en el huerto de Getsemaní,  se siente abandonado por todos.  Su soledad se manifiesta al alejarse de todos sus discípulos,  luego de sus tres predilectos para caer finalmente en tierra solo,  suplicando al Padre que aparte de El ese caliz.  Sin embargo,  Jesús acepta la voluntad del Padre y con el beso de Judas es entregado a la turba enviada por los sumos sacerdotes y escribas.

Es el momento en que sus discípulos huyen al igual que el joven que prefiere correr desnudo a quedarse a reclamar la sábana que lo cubre. 

Marcos relata que Jesús fue condenado por el Sanedrín,  pues lo hallaron culpable cuando Jesús confiesa que es El Hijo de Dios.  Esa identidad de Jesús es verificada después de su muerte y abre el debate posterior de que la injusta condena acarrea la destrucción de Jerusalén por los Romanos.

Marcos describe el proceso en el cual Jesús es entregado a Pilato,  es decir,  a Roma y establece un paralelo entre los dos juicios,  en cada uno hay una figura principal y representativa,  del lado de los judíos el Sumo Sacerdote y   del imperio Romano,  Pilato.  Ellos formulan la pregunta clave que afecta sus intereses: Sanedrín ¿Eres tú el Mesías el hijo del Bendito?   Pilato (Roma)  ¿Eres tú el Rey de los Judíos?

El proceso está viciado por falsos testigos,  Pilato sabe que Jesús ha sido entregado por envidia,  sin embargo,  el fallo es condenatorio en cada uno de los juicios.  Como profeta por el Sanedrín y como Rey de los Judíos por los soldados romanos.  El resultado es que es entregado a los soldados romanos para que lo crucifiquen y más tarde Pilato es el personaje que certifica la muerte de Jesús.

Los que ayudan a Jesús en Marcos son dos desconocidos: Simón de Cirene y José de Arimatea,  este último un piadoso miembro del Sanedrín,  que tuvo la audacia de pedir el cuerpo del Señor a Pilato y la delicadeza de ofrecer un sepulcro nuevo para sepultarlo.

Se recalca que cuando el Señor expira Dios lo vindica al rasgarse el velo de separación del Templo, lo que le quita su santidad y un gentil reconoce la verdad que el sumo sacerdote no pudo aceptar :  “Verdaderamente ese hombre era el hijo de Dios.”

Las mujeres también merecen especial mención,  ellas habían servido a Jesús en Galilea y le habían seguido hasta Jerusalén.  Observan a distancia la muerte de su Maestro,  toman nota del lugar donde es enterrado y se constituyen el vínculo entre la muerte y el descubrimiento de la tumba vacía,  que revela la resurrección.  Ellas compraron aromas para ungirlo y ellas mismas corroboraron que la piedra que tapaba la sepultura había sido removida: la tumba estaba abierta y el cuerpo de Jesús había desaparecido.   Un joven,  probablemente un ángel hace la sonora proclamación: “Ha resucitado… os precederá en Galilea,  donde le veréis”.  No obstante, ellas atemorizadas huyen y no dicen nada a nadie.

A manera de reflexión podemos decir que el Evangelio de San Marcos al narrar la actitud de Jesús nos ayuda a ver que su muerte es consecuencia del pecado del hombre y que el Señor la acepta por amor,  como expiación al Padre. 

 

ESTRUCTURA DEL EVANGELIO DE SN MARCOS (V)

ESTRUCTURA DEL EVANGELIO DE SN MARCOS (V)

EJE TEMÁTICO DEL EVANGELIO SEGUN SAN MARCOS  

Podemos resumir que el eje temático del Evangelio según San Marcos es el siguiente:

I DESIERTO: Preparación del Ministerio de Jesús. Cap1, 1-12

II  GALILEA: Ministerio de Jesús en GALILEA.  Cap 1, 14 al  7, 22

III EL CAMINO: Viajes de Jesús fuera de Galilea. Cap 7, 24 al  11,  52

IV  JERUSALÉN: Ministerio de Jesús en Jerusalén. Cap 11, 1 al  16, 20.

En su Evangelio,  Marcos primeramente nos dice quién es Jesús.  Luego, nos orienta hacia la muerte de Jesús.

Este doble tema va a recorrer todo el evangelio.  Para cerrar este prólogo, Marcos describe, de una manera muy general el ministerio de Jesús: cómo proclama el Evangelio,  la Buena Nueva y anuncia que el reino de Dios está cerca.  Predicación y realeza, esta es la perspectiva de las primeras escenas.  Finalmente,  Jesús llama a sus seguidores, a sus cuatro primeros discípulos,  ver 1, 16-20. Que él sea el Cristo, Jesús es el único que lo sabe (aparte de los espíritus impuros), como lo deja entender la escena del bautismo.  Deberá, por tanto, persuadir de ello a los demás, lo cual será difícil y en parte condenado al fracaso,  como va a mostrar el resto del evangelio.

En Mc 1, 21-39 podemos ver la descripción de una “jornada típica” de Jesús,  en Cafarnaún.  Como Siervo de Dios enseña en la Sinagoga.  Como Rey, expulsa a sus adversarios,  los espíritus impuros.  Este segundo aspecto de su misión se desarrolla en el relato de la curación de la suegra de Pedro (recordemos que toda enfermedad era producida por la influencia de los malos espíritus,  ver Lc 4, 39),  y en el resumen del 1, 32-34.

Es así como enseñanza y exorcismo provocan el asombro de la gente y suscitan el problema de la verdadera identidad de Jesús,  1, 27;  ver Jn 15, 22-24.  La gente se rinde a él,  1, 28-37.  Pero Jesús se va de allí para enseñar y exorcizar a los demonios por toda Galilea, 1, 38-39. En contraste con el entusiasmo de la gente,  Marcos nos presenta un primer grupo de personas que rehúsan creer en Jesús: los escribas y fariseos.  Es el conjunto de las cinco controversias referidas en 2, 1-36, que concluye con la decisión de acabar con Jesús.  Este conjunto comienza con una mención de la enseñanza de Cristo,  2, 2-13, y se prolonga en un resumen que muestra a Jesús expulsando a los espíritus impuros,  3, 7-12.  Los escribas y fariseos están celosos,  odian a Cristo a causa de su enseñanza y sus exorcismos, ver 1,22.

En la sección siguiente, 3, 13-35, Marcos va a contraponer de nuevo a dos grupos de personas: los Doce, a los que Cristo transmite su poder de enseñar y de expulsar demonios,  y sus parientes que lo toman por iluminado,  y frente a los que el señala su verdadera parentela: aquellos que hacen la voluntad de Dios.  Marcos hace intervenir a los escribas que acusan a Jesús de practicar los exorcismos gracias a Beelzebul, a fin de recordar que es el Espíritu Santo quien hace actuar a Jesús.  Volvemos a encontrar aquí los dos componentes de la actividad de Cristo: los exorcismos y la enseñanza.

 

INTRODUCC. EVANG DE SN MARCOS (IV)

INTRODUCC. EVANG DE SN MARCOS (IV)

EL EVANGELIO DE MARCOS Y EL SECRETO MESIÁNICO

Una de las características del evangelio de Marcos es la frecuencia con la que  Jesús ordena a ciertos personajes como espíritus inmundos, demonios, beneficiados por algún milagro, discípulos, etc., que guarden silencio y no desvelen a nadie su identidad.  Es un hecho indiscutible que el evangelio de Marcos, de manera más o menos acentuada que los demás sinópticos, ha destacado el secreto con que Jesús ha querido encubrir su mesianidad durante la vida terrestre. (Ver Mc 1, 25.  Mc 1, 34. Mc 1, 43. Mc 3, 12. Mc 5, 43. Mc 7, 24. Mc 8, 26. Mc 8, 30. Mc 9, 9.)

¿A qué se debe esta insistente orden de Jesús para que se guarde silencio sobre su verdadera identidad?

El primer autor que de modo explícito estudió esta cuestión fue W. Wrede, el cual,  en el año 1901, publicó su obra titulada “El secreto mesiánico en los evangelios”.  Para este autor, el secreto mesiánico no se correspondería con una característica del Jesús histórico, sino que se trataría de una construcción dogmática efectuada por la comunidad pospascual, con la que pretendería armonizar la actuación y vida de Jesús,  que no habría sido mesiánica, y la fe pospascual de la comunidad en el carácter mesiánico de Jesús

Hoy pocos eruditos aceptan esta interpretación.  De entrada,  en el propio evangelio de Marcos nos encontramos con que las prohibiciones de Jesús no eran seguidas por quienes la reciben,  que rápidamente divulgan sus curaciones milagrosas, lo que convierte la posición de este autor en inconsciente.

Quienes sitúan el secreto mesiánico en la vida del Jesús histórico sostienen que esta característica obedece a que Jesús durante su predicación, se habría mostrado reservado respecto del título de Mesías.  Así Jesús no habría hablado de su dignidad mesiánica antes de su pasión, sobre todo porque su misión no encajaba con el mesianismo político y liberador que entonces se esperaba.  Jesús no podía presentarse ante los judíos con el mensaje de que él era el Mesías sin provocar una radical interpretación equivocada sobre su misión y persona y sin ocasionar el peligro de un movimiento político y la intervención de los romanos.

Podríamos decir,  finalmente,  que existen tantas explicaciones del secreto mesiánico del evangelio de Marcos como autores se han ocupado de ello. Sin embargo,  los especialistas, a partir de un detallado análisis del evangelio, parecen llegar a la conclusión que la gran mayoría de los mandatos de guardar silencio se deben a la redacción de Marcos.  Con ello el evangelista nos estaría diciendo que la total comprensión de la identidad de Jesús como Hijo de Dios y Mesías (Cristo) sólo se alcanza tras la muerte en la cruz y la resurrección.  La clave para comprender estas órdenes de silencio en el texto de Marcos se hallarían en estos dos versículos:

Mc 9, 9 “Mientras bajaban del monte les advirtió que a nadie contasen lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitase de entre los muertos”

Mc 15, 39 “El centurión que estaba allí presente frente a él, al ver que había expirado de aquel modo, dijo: -Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.”

 

 

EVANGELIO DE SAN MARCOS, PARTE III

EVANGELIO DE SAN MARCOS, PARTE III

B-Teoría 2. Evangelio de San Marcos redactado alrededor del año 40.

La postura tradicional está siendo cuestionada por un grupo de autores modernos de prestigio,  los cuales proponen una fecha anterior como la más probable en la redacción de Marcos,  que se situaría alrededor del año 40 (en todo caso entre el 40 y el 50).

Según Juan Mateos y Fernando Camacho, la datación muy temprana del evangelio de Marcos se impone a partir de los siguientes datos que nos proporciona el propio evangelio:

1. El Evangelio de Marcos termina sugiriendo que Pedro y los discípulos no han comprendido la universalidad de la misión cristiana, por estar todavía apegados a las tradiciones judías.  De ello se deduciría que,  cuando se escribió este evangelio aún no se había producido el cambio de mentalidad que,  según los Hechos de los Apóstoles, se produciría en Pedro con ocasión de la conversión de Cornelio.  Con posterioridad a lo ocurrido con Cornelio,  la decidida intervención de Pedro en la Asamblea de Jerusalén,  celebrada entre los años 49-50 muestra que el cambio se ha producido ya en Pedro de modo completo.  Por ello la situación que  se refleja en el Evangelio de Marcos es anterior a la celebración de la Asamblea en Jerusalén y,  por tanto, su redacción se situaría en la década de los años 40.

2. El autor del evangelio de Marcos se muestra claramente a favor de la integración de la comunidad cristiana de los gentiles.  Marcos no sólo no comparte las tesis judaizantes mantenida por la comunidad de Jerusalén, sino que es muy crítico con los seguidores de Jesús procedentes del judaísmo (los discípulos, los Doce),  de los que señala que no han comprendido el misterio y el mensaje de Jesús. Esto querría decir que, en el momento en el que se escribía el evangelio de Marcos, se encuentra en su furor la polémica entre los judeocristianos y cristianos procedentes del paganismo.  Así el evangelio recogería una problemática propia del primitivo cristianismo (años 40).

3. Marcos es el único evangelio en el que se menciona tres veces a los herodianos, y en las tres siempre junto a los fariseos (3, 6; 8,15; 12,13).  En Marcos 3.6 se presenta a los fariseos aliándose con los herodianos para acabar con Jesús.  Sin embargo,  en la época de Jesús había un profunda enemistad entre fariseos y partidarios de Herodes Antipas.  El evangelio de Marcos parece reflejar la situación histórica que se vivió en el breve reinado de Herodes Agripa I (41-44), único periodo histórico en el que la casa de Herodes contó con el apoyo y simpatía de los fariseos.  Lo lógico es deducir que el evangelio se escribió durante ese periodo.

4. De Marcos 13, 9bc. 12-13ª, se desprende que el evangelio no tiene experiencia de una condena de los discípulos de Jesús a iniciativa de los tribunales civiles, sino que sólo advierte de persecuciones debidas por sus propios compatriotas judíos.  No hay indicios de que el autor conozca la persecución desatada contra los cristianos en tiempos de Nerón en los años 64-65.  Esto apuntaría a una datación del evangelio también en los años 40.

5. El capítulo 13 de Marcos refleja una situación que parece responder a la creada al final del reinado de Calígula, cuando el emperador, en el invierno del año 30 al 40 mandó a su legado de Siria que le erigiese una estatua en el templo de Jerusalén.  El conflicto con Roma pareció entonces inevitable y esa situación es la que se refleja en dicho capítulo.

Conclusión:  Una valoración global de estas dos grandes teorías sobre la fecha de composición del evangelio de Marcos nos obliga a considerar la segunda como la mejor fundamentada.  El papiro 7Q5, cuya identificación como perteneciente al evangelio de Marcos, pese a la insistente oposición de algunos,  parece clara, así como el resto de argumentos a los que nos hemos referido, nos permiten concluir que la hipótesis probable es de que el evangelio de Marcos se escribió entre los años 40 y 50,  esto es,  sólo de diez o veinte años después de la muerte de Jesús.