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Palabra Creadora

INTRODUCCIÓN AL EVANG. SN MATEO (V)

INTRODUCCIÓN AL EVANG. SN MATEO (V)

EL SERMÓN DE LA MONTAÑA. (MT. 5-9)

 Los primeros cristianos distinguían entre el “kerygma” y la “catequesis”.  El kerygma o grito del heraldo que proclama una noticia es el primer anuncio del mensaje.  Una vez que los oyentes se han adherido a él,  la catequesis viene a completar su instrucción.

 Es evidente que el sermón de la montaña no es un kerygma,  sino una especie de catequesis prolongada destinada a los recién convertidos “que han sido alcanzados por el mensaje de Cristo y la predicación de la iglesia, una especie de programa que les presenta lo que tiene que ser su vida en adelante”   Este discurso ha estado precedido por la predicación del reino y la respuesta de los discípulos. 

 EL ANUNCIO DE LA BUENA NUEVA,  la misma que proclamó Jesús después de su bautismo (4, 17),  que ha dado su fruto:  “El mensaje de la buena nueva ha despertado los corazones,  hay algo en el mundo a punto de cambiar en torno a Jesús; por donde él pasa,  los enfermos se levantan, los pecadores descubren el perdón de Dios… en él el reino de Dios se convierte en una realidad concreta, presente”.  Y es característico que este discurso empiece por la BIENAVENTURANZAS, que son un resumen de esta proclamación.

 PRESENCIA DE  UNOS DISCÍPULOS,   que rodean a Jesús.  Esto supone entonces una llamada de los mismos por parte de Jesús y cierta vida en común con él.  La presencia en torno a Jesús de estos hombres, a los que va dirigido en primer lugar el sermón, que han dejado ya todo lo que tenían por seguirle, da un nuevo sentido a esta enseñanza.  No se trata de palabras en el aire o de unos mandamientos impracticables.  Se trata de una experiencia que hay que vivir.  La presencia de los discípulos demuestra que esta experiencia vale la pena de ser intentada por los que aceptan ponerse a seguir a Jesús.

 De este modo esta enseñanza, que sentimos nos llega hasta el corazón mismo de nuestra existencia, no se nos presenta como una ley, sino como una experiencia vivida de la que nos invita a participar.  

  

(J. Guillet.  Jesús ante su vida y su muerte).  

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