MOISÉS Y LA ALIANZA SINAÍTICA
DIOS LLAMA A MOISÉS (Ex 3)
Recordemos que Moisés era un hombre perteneciente al pueblo de Israel. Dios lo salvó de las aguas del río, y cuando era ya adulto, le ordenó que hablara con el Faraón de Egipto para que dejara libre al pueblo de Israel. Como sabemos, el Faraón y el pueblo Egipcio recibieron diversos castigos (Ex 5), siendo el último de ellos la muerte de todos los primogénitos, desde el hijo del Faraón hasta el más humilde habitante.
De este castigo sólo se salvaron los hijos del pueblo de Israel, pues sus casas estaban señaladas con la sangre del cordero, según lo había mandado Yahvé (Ex 12, 3-14).
Después de estas calamidades, el Faraón dejó libre al Pueblo de Dios y Moisés los guió hacia la tierra de Sinaí : "Yahvé iba al frente de ellos, de día en columna nube para guiarlos por el camino, y de noche en columna de fuego para alumbrarlos, de modo que pudiesen marchar de día y de noche." (Ex 13,21).
Posteriormente, Dios abrió las aguas del mar rojo para que pasaran los Hijos de Israel.
LA ALIANZA SINAÍTICA (Ex 19 )
Algunas semanas después del paso del Mar Rojo llegan al Sinaí y acampan al pie de la montaña. Dios establecerá entonces un pacto fundamental con las tribus liberadas, por el que llegarán a ser SU pueblo. Desde el acontecimiento del Éxodo comienza a existir el pueblo de Israel como nación y como pueblo de Dios.
La tradición que nos narra la manifestación de Dios en el Sinaí en medio de fenómenos naturales impresionantes -truenos, relámpagos y terremotos- busca mostrar a Dios como dueño de la creación y de los elementos. Y, al mostrarlo exigiendo al pueblo una purificación, exalta la santidad de Yahvé Dios.
Dios entrega una ley que tendría que guiar a Israel tanto en el plano jurídico como también en el moral y religioso. Pero la alianza es mucho más que eso, porque reitera la promesa que Dios le hiciera a Abraham; la alianza es mucho más : ES LA PROMESA Y EL COMPROMISO FORMAL DE SER PARA SIEMPRE EL UNICO DIOS Y SALVADOR DEL PUEBLO.
Significa su presencia constante y protección segura. Significa que así como es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, será también para siempre el DIOS DE ISRAEL, SU PUEBLO.
De parte del pueblo, la alianza no es sólo el compromiso de cumplir un código, sino fundamentalmente la decisión de que ese cumplimiento sea signo eficaz de un pueblo agradecido frente al Dios Salvador. El cumplimiento de la ley mostrará el corazón del pueblo amigo de Dios, a quien ama y conoce. El cumplimiento de la ley será, asimismo, signo de que el pueblo quiere ser salvado por Dios.
Se debe tener siempre en cuenta que la Alianza celebrada al pie del Sinaí es el núcleo de todo el Antiguo Testamento. Todo, aún las grandes novedades anunciadas para un futuro por los profetas, hacen referencia a la Alianza. Es el gran compromiso de Dios con su Pueblo y del Pueblo con su Dios.
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