Blogia
Palabra Creadora

EPISTOLAS DE SAN JUAN, I

EPISTOLAS DE SAN JUAN,  I

EPISTOLAS DE SAN JUAN

Con este título se designan tres escritos atribuidos a San Juan, al igual que el cuarto Evangelio y el Apocalipsis.  Se les llama Cartas o Epístolas por su forma literaria, que es más clara en el segundo y tercer escrito, pero que también está presente en el primero (“os escribo”, 1 Juan, 2-14).  La primera tiene cinco capítulos; las otras dos son escritos muy breves de apenas media página cada una.  A continuación indicamos unos breves rasgos de cada una de las epístolas.

 Primera Epístola de San Juan

Por su relación estrecha con el cuarto Evangelio, de cuya teología vive nuestro escrito, la primera epístola es uno de los documentos más importantes del Nuevo Testamento.  Se presenta como un testimonio apostólico que invita a la comunión con el Padre y con el Hijo, y a la comunión entre los creyentes.

La estructura de este prodigioso escrito ha sido objeto de muchas aproximaciones.  Una de las más aceptadas divide la epístola de la siguiente manera:

-      Prólogo,  1, 1-4: Anuncio de la palabra de vida fuente de la comunión.

-      Primer desarrollo de los criterios y formas de vivir la comunión, 1, 5 – 2, 28.  Bajo el principio “Dios es luz” (no pecar, amar al hermano, mantenerse en la recta fe, preferir el amor del Padre al amor del mundo y guardarse de los anticristos).

-      Segundo desarrollo de los criterios y formas de vivir la comunión, 2, 29 al 4, 6.  Bajo el principio “Dios es Padre justo que nos otorga el don de la filiación divina”, se recuerdas las implicaciones de “Vivir como hijos de Dios” (romper con el pecado, amar al hermano, confiar en Dios, que está por encima de nuestra conciencia, y guardarse de los anticristos).

-      Tercer desarrollo de los criterios y formas de vivir la comunión, 4, 7 – 5, 13.  Bajo el principio “Dios es amor”, el autor se remonta a las fuentes de la fe y del amor, alternando las proclamaciones del misterio redentor (el amor de Dios en el envío del Hijo y el don del Espíritu Santo) y las exhortaciones a amar a Dios y a los hermanos. La fe se hace testimonio.

 

Adiciones, 5, 14-21: Oración por los pecadores, certezas de la fe y exhortación a guardarse de los ídolos.

 

0 comentarios